Quiero, muy respetuosamente,
elevar una oración por cada una de las personas que se han cruzado,
tristemente, este 11 de septiembre en Chile. Hoy, en un día nefasto para
nuestro país, creo necesario hacer un pequeño homenaje a quienes partieron en
distintas situaciones y distintos tiempos.
Quisiera pedir por quienes
cayeron defendiendo el último reducto de la democracia de quienes siempre se
sintieron incómodos con el cambio, la transformación y la renovación social.
Por quienes dieron hasta el último soplo de vida por defender un Chile que
parece no volver: el del avance de las masas postergadas, el del marginado que
llegó a ser alguien, el de prefirió quedarse antes de huir.
Quisiera pedir por quienes se
quedaron escuchando la radio aquel último mensaje del Presidente, y de quienes
protegieron a sus hijos en aquel día triste. Por las madres que vieron partir a
sus hijos a “trabajos por la noche” y no pudieron darles un último abrazo. Por
esas mujeres que aun buscan dar digna sepultura a quienes llevaron nueve meses
dentro de sí y fueron arrebatados y desaparecidos. Por esas personas que aún se
preguntan dónde están.
Quisiera pedir por los hombres y
mujeres que, en los distintos centros de detención, aprendieron que las heridas
del cuerpo no pudieron con las del alma y las ideas, y resistieron semanas y
meses esperando la libertad. Por quienes, por algún motivo, debieron salir de
su tierra y refugiarse allá muy lejos, siendo reticentes a desempacar el sillón
esperando volver. Por esas personas que nunca perdieron la esperanza de ver
unas Alamedas abiertas nuevamente.
Quisiera pedir por quien prefirió
pagar con su vida antes que entregar la legitimidad de una democracia validada
por el país a la violencia y la imposición de una Junta avasalladora que
terminó siendo la más sangrienta del Cono Sur. Que con su vida no se plantó
como un cobarde, sino que se ubicó en el más alto sitial de los hombres de la
República como quien defendió hasta la última gota de su sangre el Estado de
Derecho. Quisiera pedir, especialmente, por Salvador Allende.
Quisiera pedir, además, en esta
fecha muy especial, por dos personas que son parte de nuestra historia
reciente. Primeramente, por quien tuvo el gran valor de no ceder un ápice ante
nadie con el sólo afán de llegar a la verdad y no renunciar a pesar de ser
perseguida; por quien es un gran reflejo de nuestra historia reciente. Quisiera
pedir por Raquel Correa. Además, de forma muy humilde, quisiera pedir por uno
de los personajes más queridos y trascendentales del deporte y la televisión
nacional, con quienes los más jóvenes nos acompañamos semana a semana. Quisiera pedir también por Sergio Livingstone.
Por todos quienes hoy han perdido
a alguien o han sufrido alguna herida física o del alma, roguemos al Señor.
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