Tweet Segui @dini912030 Maleta de Opiniones: José Jesús Sepúlveda: Periodismo hasta las últimas consecuencias.

23 julio, 2013

José Jesús Sepúlveda: Periodismo hasta las últimas consecuencias.

Comprar o leer un periódico en la actualidad supone la existencia de una gran cantidad de personas letradas y con poder adquisitivo suficiente como para comprar una versión de los hechos cristalizada a través de la prensa escrita. No obstante, en un contexto de democratización de Internet, de manera gratuita se puede acceder a información al instante y sin salir del hogar. Adquirir un diario en 1887 era una proeza, puesto que era muy difícil traer las máquinas de imprenta y porque el público lector de la época era reducido. No obstante, el martes 8 de marzo de ese año sale a circulación el primer ejemplar de El Cautín, que poseía una clara tendencia opositora a los delitos de la autoridad.

Con él, se hará conocido en el mundo el periodismo, José Jesús Sepúlveda, un pionero que con su aguda crítica desentrañó nuestra compleja sociedad de finales del siglo XIX. Por ejemplo, cuando reclama contra las inasistencias de los regidores a las sesiones del Municipio en un claro abandono de deberes. Manifiesta en su columna “Más lógica” (El Cautín, 24 de junio de 1888), que:

“En presencia de la inasistencia de nuestros Ediles a las sesiones ordinarias del Municipio, puede temerse que lo que hoy es accidental puede convertirse en un problema. (…) Nuestros barrios son estrechos, podemos decir que vivimos contiguos, en lugares de insalubridad. (…) Poco no nada vale la pena en esas reuniones, y lo peor es que el municipio no se pone de acuerdo en las medidas que deben adoptarse. Por lo pronto, tienen que arreglar la salubridad pública, el alumbrado y muchos otros asuntos de vital importancia. Esto requiere estudio, trabajo, buena voluntad, abnegación. Hay que posponer el interés particular al general, hay que ser consecuentes con el mandato del pueblo” .

Elaborar una crítica de este tipo era sinónimo de persecución por parte de la autoridad. A pesar de que opiniones como estas eran leídas por un número reducido de personas, generaban escozor en las autoridades y personas influyentes, quienes no se quedarían sólo en la rabia y muy pronto comenzarían a cometer acciones para acallar las voces que los contrariaban. Nos comenta sobre una situación que conocemos muy bien en la actualidad, más de cien años antes:

“Falta poco para que los diferentes partidos se disputen (…) en los comicios y hagan su aparición en los comicios y en la tribuna electoral Los odios políticos son la consecuencia lógica de la profunda ineficacia que tienen los odios políticos en la ciudad, que vienen interrumpiendo la marcha pacífica de la vida republicana en esta comunidad” (29 de octubre de 1887).

                Respecto al mítico rol de los colonos en los primeros años de vida de la ciudad, sobre los que hemos leído tanto, comenta que:

“se quieren dar el instinto de creerse señores feudales en los pedazos de terreno (que poseen), por como tratan a los campesinos: ya amarrándoles un buey, ya cerrándoles las sendas por dónde sacan carbón, madera y hasta por dónde sacan las cosechas. Todo esto va en detrimento de los habitantes laboriosos que viven bajo el imperio de la ley” (28 de enero de 1888).

                No es mucho lo que se conoce de la biografía de José Jesús Sepúlveda, tan solo las crónicas que se registran en periódicos encapsulados en microfichas de la Biblioteca Nacional a más de seiscientos kilómetros de distancia en vez de guardarse como corresponde, en las ciudades de origen. Sin embargo, he querido traer a la memoria esta semana a quien fuera uno de los periodistas más osados en su tiempo, y que denunciara los delitos de la autoridad a riesgo de que el periódico fuera empastelado, o dicho de otro modo, que se asaltara la imprenta y se robaran la mayoría de los ejemplares del periódico.
                Lo peor, es que estos delitos los cometían las autoridades.

                Por medio de este periodista quisiera rendir un homenaje a todos quienes realizan diariamente la noble tarea de llevar los hechos tal cual son a la ciudadanía en general, especialmente a todas y todos quienes lo elaboran lejos de quienes quieren comprar la verdad o controlar la opinión pública. Especialmente, a quienes elaboran periódicos como éste a pesar de las constantes dificultades y restricciones.


                José Jesús Sepúlveda pertenece a una época dorada del periodismo local que culminó en 1916 con la aparición de El Diario Austral y su posicionamiento como el principal medio regional. Una época donde se arriesgaba la vida y la familia por hacer periodismo y, además, generar opinión. Quizás, deberíamos tener presente más ejemplos como éste para mejorar nuestra realidad cotidiana en un Temuco donde pareciera ser que las utopías no tienen campo para su florecimiento y esplendor. Una forma de hacerlo es haciendo periodismo hasta las últimas consecuencias. 

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