Tweet Segui @dini912030 Maleta de Opiniones: Patrimonio en Temuco: Adiós a las casonas.

23 julio, 2013

Patrimonio en Temuco: Adiós a las casonas.

Esta semana falleció la Casa Massardo (Avenida Alemania, entre Senador Estébanez y pasaje Poseck), de 1895, tras la autorización de la autoridad municipal para su demolición. Este inmueble se suma a una larga lista de propiedades patrimoniales demolidas en pos de un progreso que se va comiendo lenta, visible e irreversiblemente la poca identidad arquitectónica de la joven ciudad de Temuco.

Ya no es sorpresa para nadie el círculo vicioso que desde 2011 ha estado permanentemente en la agenda noticiosa local. Tras múltiples presiones económicas y políticas, los organismos públicos firman autorizaciones a espaldas del Alcalde y el Ministerio de Vivienda; de noche, las empresas de demolición nos dejan el escenario propicio para el punto de prensa del siguiente día. Al amanecer, los representantes del aparato público lamentan profundamente la pérdida del patrimonio de la ciudad y anuncian sendos sumarios a Contraloría para detectar las “posibles” irregularidades. Finalmente, los responsables no son sancionados y, algunos meses después, se erigen cubos grises carentes de relación con el entorno en el que están inmersos.

“Entre gallos y medianoche” se nos va, de a poco, el reflejo del pasado glorioso de los sectores gobernantes del “Temuco fundacional” (1881-1908) que se expresa en los chalets y casas quinta de la Avenida Alemania.

Mucho antes del Portal Temuco, de las universidades, restaurantes y locales comerciales, allí existía un camino reservado para las familias más importantes de los primeros años de la capital regional. Los Zirotti, los Massardo, los Ernst y otros tantos apellidos levantaron allí viviendas en las que adaptaron a las particularidades locales los estilos más representativos de sus países de origen. Si bien consolidaban la segregación socioespacial y el dominio del sector poniente de la pujante ciudad, por otro lado conformaron un crisol multicolor y de estilos diversos. El sector podría haberse levantado como una postal donde el reciclaje urbano fuera el norte, podríamos haber sido reconocidos a nivel internacional por el cuidado del patrimonio local.

Pero no, porfiadamente había que echarlo todo abajo.

Muchas y muchos recuerdan el viejo edificio de la Intendencia, o los colores originales del Edificio Marsano. Otros, por cierto, rememoran ese centro de los años cincuenta, el recinto antiguo de la Estación de Ferrocarriles y lo que eran las casonas de la avenida anteriormente mencionada. Pero no, a punta de incendios, terremotos y construcción destructiva se han cercenado los pocos vestigios de otras épocas.

¿Es necesario tener que llegar al recurso del emplazamiento forzado a la autoridad para que detenga las demoliciones y sancione a los responsables? ¿Es preciso, cada vez que ocurren situaciones como estas, tener que presionar a los legisladores para actualizar un marco jurídico obsoleto para nuestras necesidades? ¿Tenemos que llegar a este lamentable círculo vicioso para poner sobre la agenda que no existen los incentivos necesarios para que los propietarios protejan sus inmuebles?

En lo personal, creo que es hora de decir basta. Como representante de una organización ciudadana, hago el llamado a que las autoridades abandonen este doble discurso y definan una postura clara: O están con la protección del patrimonio o están con quienes presionan económicamente para que se destruyan los pocos vestigios históricos que quedan en pie. O respetamos la normativa vigente o demolemos los inmuebles patrimoniales existentes en Zonas de Conservación Histórica.

No está muy lejos el día en que, como ciudad, terminemos lamentándonos por las pocas casonas que quedan en pie. Pareciera ser que la única solución posible ante la desidia de la autoridad es la organización ciudadana y la insistencia en un punto básico: Hacer bien la pega. O también, despedirnos de las antiguas casonas, olvidarlo todo y dejar que los de siempre hagan lo suyo.


“Defendamos la Ciudad de Temuco” es un espacio. Es cosa de ponernos de acuerdo. 

No hay comentarios: